Celebridad
Introspección
Intolerancia
Ausente, está ausente la concordia.
Resuelve el problema por el camino fácil.
Después de decir no y mil veces no.
Para siempre, como si estuviera vacío.
Con furia desatada, con la savia parada.
Como la ola contra la roca,
como el viento que azota.
Para siempre una desesperación,
y sin temblar, sin hora,
aunque nos abandone el día
y la noche reinara sola.
Incoloro y en botella
Espina nocturna
La consagración de la primavera
Juntos
Espalda
Pesadumbre
Angel azul
A ver si me cuentas
Recuerda aquella calle, aquellos amigos.
Recuerda tu tierra del alma.
Llévame lejos porque estoy perseguido.
Ábreme el corazón a la tierra llana,
olvida el mundo perdido.
Cortando en tu pecho corre cristalino,
destruyéndote poco a poco,
cerrando los párpados para no ver,
atando los sentimientos de lo ya sufrido.
Por el suelo
Samo is dead
Duelo en B/N
La piel tensa, la fuerza no me deja
adornar la pieza.
Suelta la trenza, recorre el cuerpo
y estalla en belleza.
Invencible con tus manos abiertas,
la soledad me inquieta.
Fresón en tu boca, mantón en tu percha,
sales a bailar de luces hambrienta.
Casi con toda la fuerza,
enfrascada como una tormenta.
Dando la vuelta,
preguntando al aire,
al espacio iluminado,
a la ironía de las cosas bien hechas.
Como un embrión la verdad desvela,
mueves el cuerpo con enfado,
lo percibo, es mi existencia.
11-S
El polvo todo lo cubría.
Cubría nuestras esperanzas, ahogaba nuestras ilusiones.
El orden se retiró y todo olía a desesperación.
Y sentí que la vida pendía de un hilo,
el fino hilo de la ausencia.
La ausencia de las almas caidas.
Sólo quedaron escombros,
los escombros que quedan en un corazón solitario,
enajenado de tanta destrucción.
A veces el reflejo
Pasó el verano pero la imagen está fresca.
Entró el otoño para rememorar la escena.
Recorrió mi cuerpo,
no veo las luces ni mi voluntad inquieta.
Aquella luz fuerte,
Aquel soplo de aire que en la cara juega.
Este otoño pasará,
si el suelo con hojas se siembra.
El mar me acarició, callado, distante,
perdido en la lejanía de las algas espesas.
Noche arrugada
Mi corazón habla, con telaraña diferente
con la miseria de un fantasma
y pregunto, inmóvil, palpitando
en la oscura curva de tu boca
como un lobo sin dientes,
como un despertar sin luz
¿dónde estará mi vida?
¿dónde hallaré mi muerte?
Porque de calles torcidas, de anhelos inertes
así está mi niebla, mi mar y mi frente.
Mujer caracol
Por dónde volverá aquella sombra
poema triste de un rincón que lacera,
sabor agrio de una esperanza que se diluye ciega.
Soledad perdida sonando de madrugada,
fantasía enmarañada de sangre y plata.
Almohada de lágrimas que en la ciénaga se hunde,
el viento allí te puso como tren sin freno
para lucir en mi pecho.