Celebridad

Estira el cuello que la fama anda suelta.

Hunde y esconde las estrategias.

Que bajos los instintos no dejan huella.

Para todos eres la cara sin pena.

Para algunos una vida mal hecha.

Profunda, lacerada la existencia.

Introspección

Miro al interior y veo la morada.

Insinua un amanecer levantado con insistencia.

Envuelto en hielo que clavará la afrenta.

Supusieron embadurnado el camino,

debajo las piedras aguardan.

¡Qué pesada carga!.

Intolerancia

Ausente, está ausente la concordia.

Resuelve el problema por el camino fácil.

Después de decir no y mil veces no.

Para siempre, como si estuviera vacío.

Con furia desatada, con la savia parada.

Como la ola contra la roca,

como el viento que azota.

Para siempre una desesperación,

y sin temblar, sin hora,

aunque nos abandone el día

y la noche reinara sola.

Incoloro y en botella

Abre y rodeo para tenerlo dentro.

Recojo y aprieto para asirlo.

Para que no escape y me ate.

Y fuerte me trae recuerdos

de cuando todo fue mío.

Absorto, lúcido, sé lo que quiero,

como el agua que imita el cielo,

como el cielo que envidia el agua.

Espina nocturna

La noche campa como la flor abierta

para mostrar lo más hondo de la profundidad.

Lo oscuro, en un misterio que no cesa,

aparente razón que trae fresca la luz

y el silencio por la puerta penetra.

Estampa las estrellas y galopa lenta

para llegar al día, para sufrir callada

y no ser menos abierta.

La consagración de la primavera

Nace en la piedra,

la tristeza en la hiedra.

Trepa mi amor, lamiendo.

A veces recibo, no quiebro.

Otras no quiero, nunca desdeño.

Y viene la primavera a besar tu cuerpo.

Adoro la espiga que juega,

Renace y anda suelta.

Juntos

Niña de madurez corta

mueves mis brazos, mis piernas, mi cuerpo dominas

alegre y dichosa.

Relata, recuerda, no olvides llevarme.

Afloja y tensa, renueva, acerca tu cuerpo, aleja.

Tu cuerpo en mis brazos, explorando, conociendo,

absorto e indómito.

Alegre y dichosa.

Espalda

Herido por tí, distante de tí

tu espalda me da tu ausencia.

Abandonado, naufragado

ya no veo tu cara,

ya no te veo de frente.

Salí al paso para decirte,

corté el lazo para amarte.

La ternura anidó sangrienta,

pero no puedo dejar de quererte.

Pesadumbre

Es un fantasma, es un lobo mordiendo,

abajo en el vientre, arriba en la mente.

Dolores aireados que con el miedo mueren.

Sólo yo los tengo.

Cuanta sinrazón, cuanta hipocresía.

A veces la muerte acecha y duele,

marchita la ilusión que por mar vuelve.

Angel azul

Que incómodo me siento.

Que contacto insaciado.

Levanta la vista y dime

¿dónde termina mi suerte?.

Tu secreto encontró el nufragio,

mis deseos más allá la muerte.

Abandonamos gozosos el estío,

para mirar en el otoño y no verte.

A ver si me cuentas

Recuerda aquella calle, aquellos amigos.

Recuerda tu tierra del alma.

Llévame lejos porque estoy perseguido.

Ábreme el corazón a la tierra llana,

olvida el mundo perdido.

Cortando en tu pecho corre cristalino,

destruyéndote poco a poco,

cerrando los párpados para no ver,

atando los sentimientos de lo ya sufrido.

Por el suelo

Tocarán clarines y tambores.

Sacarán pañuelos y ardores.

La gloria está cercana,

la suerte se violentó temprana.

El polvo ahoga el pecho,

como el miedo extirpa su celo,

Ahora descansarás lamiendo las heridas

como esclavo sin dueño.

Buscarás la mirada tendida,

como la noche me habla sin dueño.

Samo is dead

Escogí un camino apagado, con las zapatillas sucias,

con la sangre helada.

Mi decisión mató mi memoria, mi mundo y mi suerte.

Pasa la vida, pasa el abrazo de mi muerte.

Sobre el muro escrita está mi gloria,

también la miseria de obedecerte.

Al fin atado, al fin se retuerce.

Duelo en B/N

La piel tensa, la fuerza no me deja

adornar la pieza.

Suelta la trenza, recorre el cuerpo

y estalla en belleza.

Invencible con tus manos abiertas,

la soledad me inquieta.

Fresón en tu boca, mantón en tu percha,

sales a bailar de luces hambrienta.

Casi con toda la fuerza,

enfrascada como una tormenta.

Dando la vuelta,

preguntando al aire,

al espacio iluminado,

a la ironía de las cosas bien hechas.

Como un embrión la verdad desvela,

mueves el cuerpo con enfado,

lo percibo, es mi existencia.



 



11-S

El polvo todo lo cubría.

Cubría nuestras esperanzas, ahogaba nuestras ilusiones.

El orden se retiró y todo olía a desesperación.

Y sentí que la vida pendía de un hilo,

el fino hilo de la ausencia.

La ausencia de las almas caidas.

Sólo quedaron escombros,

los escombros que quedan en un corazón solitario,

enajenado de tanta destrucción.



A veces el reflejo

Pasó el verano pero la imagen está fresca.

Entró el otoño para rememorar la escena.

Recorrió mi cuerpo,

no veo las luces ni mi voluntad inquieta.

Aquella luz fuerte,

Aquel soplo de aire que en la cara juega.

Este otoño pasará,

si el suelo con hojas se siembra.

El mar me acarició, callado, distante,

perdido en la lejanía de las algas espesas.

 



Noche arrugada

Mi corazón habla, con telaraña diferente

con la miseria de un fantasma

y pregunto, inmóvil, palpitando

en la oscura curva de tu boca

como un lobo sin dientes,

como un despertar sin luz

¿dónde estará mi vida?

¿dónde hallaré mi muerte?

Porque de calles torcidas, de anhelos inertes

así está mi niebla, mi mar y mi frente.



Mujer caracol

Por dónde volverá aquella sombra

poema triste de un rincón que lacera,

sabor agrio de una esperanza que se diluye ciega.

Soledad perdida sonando de madrugada,

fantasía enmarañada de sangre y plata.

Almohada de lágrimas que en la ciénaga se hunde,

el viento allí te puso como tren sin freno

para lucir en mi pecho.